Algunas falsas verdades del alcalde de Bilbao, o ¿para qué la policía? Mejor Sin Poli
Aburto ha tergiversado el relato de la seguridad de la ciudad contra la evidencia, los datos y los expertos. Analizamos el discurso securitario alrededor de Aste Nagusia y nos preguntamos: ¿Es posible desmontar el aparato policial?
Con esta entradilla han recogido primero El Salto / Hordago y luego en una versión en euskera Argia, el texto que hemos elaborado sobre la cuestión policial. Nuestra intención es, principalmente, apoyar una más que interesante iniciativa que ha surgido en los últimos tiempos, a raíz de que, como comentamos al final del artículo, en octubre pasado, impartido desde el eje formativo de la Fundación de los Comunes, se inició un curso titulado Policía vs. Política. De la policialización de lo social a unas políticas de confianza, que se desarrolló en 6 sesiones: 1) Metropolice: Seguridad y policía en la ciudad neoliberal; 2) Escuela y servicios sociales: cuando el panóptico se extiende a lo social; 3) Barrio: Políticas sociales vs politicas de confianza; 4) Los malotes: Construcción y reconstrucción de un enemigo público; 5) ¿De quién es la calle? Policía, violencias y exclusiones, y 6) Abolir la policía: Desfinanciación y alternativas despolicializadas para afrontar los conflictos. Entre las personas que dinamizaban ese curso estaba alguna de las también autoras de un libro que ya comentamos en esta web en la entrada METROPOLICE. Seguridad y policía en la ciudad neoliberal, un texto que hacía mucha falta.
Esas sesiones del curso fueron acompañadas de algunos videos y conferencias introductorias. Pero, lo mejor de todo ello es que, fruto de los debates y encuentros de ese curso, surgió una maravillosa iniciativa que han denominado Sin Poli y que “pretende ser una forma de explorar y demostrar que, en muchas situaciones, quienes mejor podemos gestionar buena parte de los conflictos y violencias que padecemos y generamos, somos nosotr*s mism*s. Nuestro principal objetivo y deseo político sería, por lo tanto, visibilizar que eso del «me cuidan mis amigas y no la policía» se traduce en la vida cotidiana muchas más veces de las que conocemos y pensamos”. Para ello, pretenden recopilar las experiencias en las que, ante diversos tipos de conflicto, las personas, colectivos o comunidades reaccionamos espontáneamente o decidimos actuar en su resolución sin recurrir a la policía.
Posteriormente a la publicación de nuestro artículo hemos conocido un par de muy buenos textos elaborados por esa misma iniciativa Sin Poli, uno con el título Sin Poli: Grupo de investigación colectiva para afrontar conflictos al margen del poder policial, y el otro Hacia un nuevo paradigma: prácticas y desafíos de una seguridad más allá del capitalismo, que os recomendamos vivamente.
Esta de luchar por alcanzar un mundo sin poli, es otra de las tareas pendientes del antimilitarismo. Bueno sería que, al menos, nos pongamos a apoyar las iniciativas que surgen en esa dirección.